Asociación Terapistas Ocupacionales
de Santa Fe

Sargento Cabal 1965
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Santa Fe- Argentina

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Definiciones

      Una disciplina que crece
     Las ciencias de la salud reúnen un conjunto de saberes y habilidades que tienden a conservar y devolver la mayor calidad de vida a personas que, por diversas razones, puedan haberla perdido. Por supuesto, entre ellas se destacan las diferentes ramas de la medicina tradicional, las cuales a través de siglos de investigación, e impulsadas por grandes inversiones de dinero de parte de particulares y gobiernos, han alcanzado un nivel de efectividad admirable.

     Pero existen otras disciplinas de las ciencias de la salud que, a pesar de ser menos conocidas y recibir menor atención por parte de la mayoría, son capaces de ofrecer alternativas importantísimas cuando la solución de los problemas no depende de un antibiótico o una técnica quirúrgica. La Terapia Ocupacional es una de ellas. Usando los beneficios de una actividad, previene, restaura y desarrolla el estado físico, mental y social del individuo que ha sufrido alguna disfunción. Utiliza actividades con el propósito de ayudar al individuo a adaptarse y funcionar efectivamente en su entorno físico y social. Su campo de trabajo consiste en distintos tipos de situaciones personales, no sólo enfermedades físicas, a través de la participación activa de quien convive con alguna limitación o ha sufrido una pérdida.

     Bajo este concepto, el hacer se presenta como una instancia de inmenso potencial de desarrollo humano. Sus especialistas se sirven de una tarea realizada sobre la base de los intereses de la persona que necesita ayuda, y articulada sobre una planificación. Si bien la Terapia Ocupacional plantea el bienestar que puede acarrear toda actividad, no se trata del hacer por hacer, sino de la participación activa en un proceso con metas y objetivos muy claros, una metodología definida y constante evaluación.

El inicio del proceso

     En principio, se trata de confrontar las demandas, las necesidades del paciente, con sus intereses y habilidades. Sin ese punto de partida, el beneficio terapéutico sería mucho más acotado y difícil de lograr. La Terapia Ocupacional puede aplicarse a diferentes campos, ya sea en la rehabilitación física, psicológica, la estimulación de personas con discapacidades, recuperación de adicciones, alcoholismo, etc.

     Muchas veces, el éxito de la terapia depende de la creatividad en la búsqueda de actividades apropiadas para el proceso terapéutico, evaluando cuáles son aquellos trabajos que mejor se adapten a los intereses de quien va a protagonizar el proceso.

     En los casos en que el paciente se presente desorientado, y no logre discernir claramente cuáles son sus intereses y habilidades, el Terapista ocupacional deberá ofrecer ante todo instancias de búsqueda y autoconocimiento. Según su observación profesional podrá, en segundo término, presentar al interesado un abanico de actividades o grupo de ellas que le permitan canalizar sus potencialidades.

     Para ello, el Terapista se vale de un menú de evaluaciones técnicas muy específicas.

     La Terapia Ocupacional se asocia inmediatamente con las tareas laborales, pero otras actividades pueden propiciar la participación activa de quien necesita superar situaciones difíciles, generando beneficios.

     Muchas veces se encuentra en alguna disciplina deportiva una excelente instancia de desarrollo no sólo de destrezas y capacidades físicas, sino también de la autoestima y la sociabilidad.

     También las diferentes formas del arte: música, plástica, danza, canto, etc., las cuales ofrecen inmensas oportunidades de autoconocimiento y desarrollo. Tanto como el deporte, incluyen en el proceso la vivencia del placer, y constituyen una buena opción por su gran diversidad y variedad de recursos personales y grupales puestos en juego.

     En la búsqueda de una actividad que pueda ayudar a recuperar calidad de vida, casi todo es atendible. Las actividades más variadas como la cocina, por ejemplo, no sólo ofrecen una oportunidad de ejercer la creatividad, sino que pueden ser incluso una salida laboral para el futuro.

Complementación y beneficio

     El campo más extensamente comprendido de la Terapia ocupacional lo constituye el de las rehabilitaciones físicas, cuyas etapas son mucho más claras y definidas que, por ejemplo, una terapia de recuperación psicológica. Cuando existe un problema físico evidente, se trabaja con algo mucho más concreto: por ejemplo, la recuperación de la capacidad articular perdida en un accidente. Pero jamás se podrían separar por completo estos dos planos, sea cual fuere el primer motivo que llevó a recurrir a la consulta.

     Muchos se plantean el tema de las incumbencias de la Terapia Ocupacional en confrontación con otras disciplinas, como la Kinesiología. Si bien ambas tratarán de devolver al individuo el máximo posible de la capacidad perdida, existe una diferencia de enfoques. El Terapista ocupacional ve a la persona desde un punto de vista holístico. Le interesa su historia personal, familiar, de relaciones y ocupacional hasta el momento de sufrir un accidente o enfermedad. Para él hay que recuperar no simplemente el rango articular perdido, sino la capacidad, la independencia, la autoestima que se ha lastimado junto al aspecto físico.

     El trabajo coordinado e interdisciplinario, donde actúan el médico traumatólogo, el kinesiólogo, el psicólogo y el también terapista ocupacional es lo más recomendable.

     Por último, también el objetivo económico de la ocupación que propone la terapia es importante. Es parte de los beneficios que puede obtener de esta disciplina quien necesita conquistar o recuperar su autonomía como individuo. Es evidente en el caso de personas discapacitadas o con alteraciones mentales que nunca antes trabajaron. La posibilidad de obtener una remuneración por el trabajo que comienzan a desempeñar actúa como un estímulo muy fuerte para la autovaloración.

     Desde una tarea, estas y otras personas tendrán la oportunidad de reinscribirse en lo social, plano inherente a la condición humana.